
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Tres carencias importantes derivadas de la falta de Educación con Valores y Principios son: la Incapacidad para dirigir su Vida, la Inmadurez y la Inseguridad en sí mismos.
Pero como se mencionó en la lección anterior, hay solución para estos escollos, y no hay de otra más que: “Aceptar que se requieren hacer cambios importantes en nuestra manera de Ser y Actuar”. ¡Y definitivamente hacer que estos cambios sucedan!
Debemos empezar por “Educar nuestra Conciencia”. Revisando Honesta y concienzudamente que nos falta para poseer, adoptar y practicar de los Valores, Principios y Virtudes mínimos para calificar como personas inequívocamente adecuadas para cualquier relación afectiva.
C.I.C. # 1784: “La Educación de la conciencia es una tarea de toda la Vida. Desde los primeros años despierta al niño al conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente enseña la Virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La Educación de la Conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón”.
–Los Principios son las leyes naturales, máximamente Universales, que son externas a nosotros y que en última instancia controlan las consecuencias de nuestros actos. Como por ejemplo: Amar al prójimo, No mentir, Respetar la Vida en todos los sentidos, Respetar al derecho ajeno, Aceptar la justicia.
–Los Valores son internos y representan aquello que sentimos con más fuerza y que orientan y gobiernan nuestra conducta. Como por ejemplo: Respeto, Amor, Fidelidad, Libertad, Justicia, Tolerancia, Equidad, Honestidad, Responsabilidad, Lealtad.
–Las Virtudes nos llevan a la perfección, pues disponen de todas nuestras potencialidades, todas nuestras cualidades y nuestra personalidad entera, para estar en armonía con el plan de Dios. Son las acciones que nacen del corazón y están orientadas directamente a un bien espiritual. Las Virtudes nos hacen crecer como personas, a imagen de Dios. Como ejemplos tenemos las Virtudes Cardinales: Templanza, Justicia, Fortaleza, y Prudencia (mencionados en la Lección # 18.1).
Dice una Máxima Universal: “La Adversidad es la Madre de todas la Virtudes”, y como ejemplos de esto, tenemos los siguientes:
–Una persona adquiere Fortaleza, después de haber salido adelante de muchas situaciones, problemas, pruebas y persecuciones.
–Una persona adquiere Paciencia, después de haber resistido todo tipo de situaciones desesperantes y apremiantes.
–Una persona adquiere Templanza, después de haber dominado sus instintos, placeres y deseos dentro de los límites de la Honestidad.
–Una persona adquiere Prudencia, cuando aplica sin error los principios morales a los casos particulares, superando las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar.

Hombre y Mujer Comprometidos: la mesa está servida para revisar nuestro nivel de Valores, Principios y Virtudes adquiridas. Y está en nuestras manos conseguir el requerimiento mínimo para poseer estas herramientas Universales, para asegurar que nuestra relación completa sea Madura y Duradera.
¡Pidamos al Espíritu Santo que nos guie y nos proteja en todo momento!
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!
Virgen María Santísima, aquí estamos abiertos a tus enseñanzas, incúlcanos la Sabiduría y los Valores necesarios tal y como lo hiciste con Nuestro Señor Jesucristo para llevar a nuestro barco, con nuestra Familia a un Feliz arribo en el puerto de la Salvación. Por nuestra parte te honraremos obedeciendo tus mandatos y designios, Amén.