
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Esto lo dijo Nuestro Señor Jesucristo hace más de 2 mil años, es la palabra de Dios la que nos habla. Y vaya que nos lo dice fuertemente, aquí se palpa que quiere nuestro Amor completo para Él.
Pero como nos regaló el Libre Albedrío, esto tiene que ser voluntariamente. Él definitivamente no quiere nuestro Amor a fuerzas. Sino ¿qué mérito tendría que lo amáramos?
He aquí otra palabra de Nuestro Señor Jesucristo, San Mateo 12, 30: “El que no está conmigo, esta contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama”. Esta es palabra de Dios.
Y claro que tiene derecho a decirnos estos mensajes pues Él pago nuestra libertad con cada gota de su sangre, con cada poro de su piel descarnada, con cada golpe asesino recibido.

Jesucristo pagó nuestra libertad porque estábamos esclavizados por el pecado.
Pero habemos personas que nos encanta estar esclavizados, nos encanta la mala vida sin pensar en el mañana. Vivimos la vida loca inmersa en el pecado e ignorancia, sin darnos cuenta que el verdadero gozo está en prodigar nuestro Amor a nuestros semejantes.
Un día hagamos la prueba y veremos que hay mucha gente a nuestro alrededor que necesita estas demostraciones de Amor:
–Palabras de aliento, consejos, sonrisas, ayuda, perdón, consuelo, compañía, comida, bebida, vestido, enseñanza, nuestro tiempo, comprensión, nuestro cuidado. Realmente si nos ponemos a pensar son cosas que cuestan muy poco.
Porque amando a nuestros semejantes es como demostramos nuestro Amor por Jesucristo. San Marcos 12, 31: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esta es palabra de Dios.
Y ¿con quién vamos a empezar?, pues como Jesucristo nos lo dictó: con nuestro prójimo.
Y ¿quién es nuestro prójimo?, tomando en cuenta que se designa prójimo a los que están más próximos a nosotros, entonces nuestro prójimo es nuestra pareja.
Si a nuestra pareja ya le damos todos los días todas esas demostraciones de Amor, solo y únicamente entonces seguirían en orden de proximidad nuestro hijos, demás familiares y luego todos los demás.
¿Si queda claro que nuestra pareja tiene la prioridad para demostrarle nuestro Amor de todas las maneras posibles? ¿Primeramente que a nadie más?
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!
Señor Jesucristo, enséñanos a ser productivos con el tiempo que pasamos con nuestra pareja, que nuestros espacios y tiempo compartidos sean de calidad, queremos aprovechar cada día, cada hora y cada minuto y hacerlos que cuenten, como tiempo realmente disfrutado.