
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Estas palabras que mencionó el mismo Jesucristo en San Marcos 12, 28-31, aún siguen teniendo aplicación en nuestros días. Y desafortunadamente en este mundo moderno toman más importancia por todos los distractores nuevos que hay sobretodo tecnológicos.
Es muy triste darse cuenta que el número de divorcios y separaciones ha aumentado terriblemente en las últimas décadas. Y la mayoría de las causas son estos distractores del mundo moderno que ocupan o todo nuestro corazón, o toda nuestra alma, o toda nuestra inteligencia, o todas nuestras fuerzas. O peor aún a los 4 juntos.
El Hombre y/o la Mujer muchas de las veces ya traen esos hábitos y costumbres desde la relación del noviazgo y tratamos disimuladamente de esconderlos o minimizarlos.
Probablemente nos pase que no les damos ninguna importancia y pensemos que no son ninguna distracción que ponga en peligro la relación futura. Resulta ser un engaño del maligno.
En esta ocasión les vamos a poner un ejemplo en particular, aunque en las lecciones futuras habrá más ejemplos.
Hablamos de “El celular”, algunas personas de verdad lo tienen como un falso ídolo.
–En todo momento estamos al pendiente de él. Si suena, si se ilumina, si le falta carga. Estamos preocupados si apenas tiene unos minutos que no suena o no se ilumina. Si a la pila ya le falta un 30% de carga, ya empezamos a buscar donde cargarlo o compramos un banco de energía para que nos dure más la carga. Ocupa toda nuestra inteligencia.

–Lo llevamos a todos lados, siempre está pegado a nuestro cuerpo, en la bolsa del pantalón, pegado a nuestra oreja, lo limpiamos de alguna suciedad con alguna tira de nuestra ropa. Lo llevamos a la recamara, al baño, a la ducha, en la sala, en el comedor. Si se nos olvida traerlo, andamos desesperados por tenerlo. Que no se nos moje, porque pensamos lo peor. Ocupa todo nuestro corazón.
Y lo peor es que fuera de ciertos límites, es un falso ídolo pues toda esta atención, preocupación, dedicación, tiempo invertido, que se debiera dedicar a la pareja desde el noviazgo empieza a crear un déficit de atención que desgraciadamente irá mermando el Amor existente.
Peor si en el noviazgo, en el compromiso y en el Matrimonio, seguimos guardando la información de nuestros antiguos novios o relaciones amorosas.
¿Si vemos cómo se pueden complicar las cosas? y ¿cómo un simple falso ídolo como este puede ser la causa de muchos problemas? Desde el noviazgo, siguiendo por el compromiso y terminado en la relación Matrimonial.
El celular no es malo en sí, pero cuando sobrepasa ciertos límites se vuelve un falso ídolo del mundo moderno.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!
Señor Jesucristo, enséñanos a ser productivos con el tiempo que pasamos con nuestra pareja, que nuestros espacios y tiempo compartidos sean de calidad, queremos aprovechar cada día, cada hora y cada minuto y hacerlos que cuenten, como tiempo realmente disfrutado.