
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
El Papa Juan Pablo II se refiere a que la mayor parte del tiempo creemos y actuamos como si tuviéramos la existencia asegurada y fuéramos a vivir 100 años. Y es por eso que le damos “rienda suelta” al “disfrute corporal en exceso”. En estas circunstancias predominan los sentimientos.
Y eso no es real. La realidad es que nadie tenemos la vida comprada. Tenemos fecha de caducidad. En cualquier momento pudiéramos dejar de existir, y será el momento de rendir cuentas al Creador.
Existe una cita Bíblica que nos ilustra esta situación, San Mateo 24, 36: “Nadie sabe el día y la hora, ni aún los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre”. Esta es palabra de Dios.
Por lo tanto hagamos que predomine la Voluntad y la Inteligencia, y elijamos vivir en estado de gracia que es lo agradable a Dios y lo que nos evita la gran mayoría de los problemas.
Comentábamos en una lección anterior que las bases de la publicidad del mundo moderno, se basa en los 7 pecados capitales, cada uno de ellos obedece a algunos ídolos muy arraigados, la práctica de los cuales derivará en consecuencias y problemas:
Gula: Ídolo = comida y bebida en exceso
Consecuencia = enfermedades, mala apariencia, inmovilidad
Avaricia: Ídolo = dinero, engaño
Consecuencia = materialismo, egoísmo, enemistad, vida vacía
Lujuria: Ídolo = sexo desordenado
Consecuencia = enfermedades venéreas, desviaciones sexuales
Envidia: Ídolo = crítica destructiva, chisme, intriga
Consecuencia = insatisfacción eterna, enfermedades nerviosas, inseguridad
Ira: Ídolo = malhumor desordenado
Consecuencia = aislamiento, enemistad, enfermedades nerviosas, odio
Pereza: Ídolo = Ociosidad
Consecuencia = sedentarismo, enfermedades, ignorancia, pobreza
Soberbia: Ídolo = Prepotencia, poder
Consecuencia = enemistad, aislamiento, hipocresía, odio

Por donde quiera que lo veamos, no existe nada bueno o rescatable de estos comportamientos obsesivos.
En especial para los avariciosos, y soberbios hay una cita Bíblica que los invita a reflexionar: San Mateo 16, 26: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si pierde su alma?”. Esta es palabra de Dios.
Ya en otra ocasión hablaremos de como contrarrestar estos comportamientos, nos referimos a la práctica de la adquisición de las virtudes por medio de la Voluntad y la Inteligencia. Lo que promoverá obtener el Amor Conyugal en nuestra Vida Matrimonial. Que es lo opuesto a practicar el “disfrute corporal en exceso”.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!
Señor Jesucristo, enséñanos a ser productivos con el tiempo que pasamos con nuestra pareja, que nuestros espacios y tiempo compartidos sean de calidad, queremos aprovechar cada día, cada hora y cada minuto y hacerlos que cuenten, como tiempo realmente disfrutado.