
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Estas 3 preguntas son parte de la ceremonia del Matrimonio por la Iglesia.
–Y lo ideal y deseable es que se contesten con tres rotundos “Sí”.
–Pero unos “Sí” que salgan desde lo más hondo de nuestro ser y nuestra Alma.
–Unos “Sí” con convencimiento, entrega y valor a toda prueba.
–Unos “Sí” que cimbren hasta nuestras células más intrincadas y lejanas.
–Unos “Sí” que sean el inicio de las acciones para luchar por este Matrimonio.
–Unos “Sí” que contengan al menos una cuarta parte de la energía que emana del Sol.
–Unos “Sí” plenos de la confianza en Dios y su Espíritu Santo.
–Unos “Sí” que juntando los de Él y los de Ella, se conviertan en unos “Sí” gigantes.

En la primera pregunta se toca el tema del consentimiento, y al respecto leemos lo siguiente: CIC #1628 “El consentimiento debe ser un acto de la Voluntad de cada uno de los contrayentes, libre de violencia o de temor grave externo. Ningún poder humano puede reemplazar este consentimiento. Si esta libertad falta, el Matrimonio es inválido”.
Nada ni Nadie nos puede forzar a tomar esta decisión. Al contrario deberíamos estar completamente inundados de Felicidad y Alegría, porque después de muchísima labor de conquista, por fin nos vamos a casar con la pareja que escogimos y amamos. ¿O no es por esto por lo que luchamos todos estos meses?
En la segunda pregunta se toca el tema de la Fidelidad, y al respecto leemos lo siguiente: CIC #1646: “El Amor Conyugal exige de los Esposos, por su misma naturaleza, una Fidelidad inviolable. Esto es consecuencia del Don de sí mismos que se hacen mutuamente los Esposos. El auténtico Amor tiende por sí mismo a ser algo definitivo, no algo pasajero”.
Más adelante veremos que los Votos del Matrimonio se basan más que nada en la Fidelidad.
Y la tercera pregunta que tiene que ver con la Fecundidad y la encomienda que Dios nos hace al bendecir nuestra unión Matrimonial: Génesis 1, 27-28 “Dios creó al Hombre a imagen de Dios, lo creó Varón y Mujer, y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y llenad la tierra”.
Así es que, Hombre y Mujer comprometidos tienen la Gran Tarea Divina de llenar la Tierra con todos los hijos que puedan mantener responsablemente.
No lo piensen más y digan: “Sí”, “Sí” y “Sí”. A la Fidelidad, al Amor y a la Fecundidad.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y tu pareja!
Señor Jesucristo, gracias por todo lo que me has dado, y muy especialmente gracias por esta persona con la cual uniré mi Vida, mi proyecto y mi destino. Ayúdanos para procrear una Familia numerosa y un Matrimonio Tradicional duradero y feliz.