
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
La principal connotación que tiene el concepto de Prosperidad en este mundo tiene que ver con lo exterior y lo material de una persona. Y como ya hemos recalcado, significa tener muchas o demasiadas cosas materiales para vivir. Demasiadas cosas materiales para no sufrir carencias de nada.
Pero es importante que también veamos el otro lado de la moneda, es decir, que sepamos que puede haber Prosperidad en nuestro corazón. Por ejemplo, que tengamos mucho Amor para dar a nuestro prójimo, recordando que nuestro prójimo son principalmente nuestros seres queridos más próximos, o sea nuestro Cónyuge y nuestros hijos. Y luego a todos los demás seres cercanos a nuestra Vida.
Busquemos, luchemos y trabajemos por adquirir:
–Prosperidad de Fe, para inculcarla en aquellos seres desvalidos que la han perdido y ayudarlos a tener abundancia de confianza en Nuestro Señor.
–Prosperidad de Esperanza, para llevarla a los más necesitados y ayudarlos a recuperar el rumbo de sus Vidas, y haya abundancia de fortalecimiento espiritual.
–Prosperidad de Espíritu, para ser ejemplos de fortaleza y ayudar a reanimar a los débiles, y vuelvan a buscar la disposición de seguir adelante.
Dijo Nuestro Señor Jesucristo en San Juan 10, 10: “El ladrón solo viene a robar, matar y destruir, mientras que yo he venido para que tengan Vida y la tengan en Abundancia”. Esta es palabra de Dios.

Agregó Nuestro Señor Jesucristo en San Lucas 12,31: “Busquen primero el reino de Dios y todo lo demás se les dará por añadidura”. Esta es palabra de Dios.
O lo que es lo mismo, busquemos primero a Jesucristo el Señor, el Rey, el Protector, el Camino, la Verdad, el Amigo que nunca falla, y todo lo demás, incluyendo la Prosperidad espiritual y convencional, se nos dará por añadidura.
Hombre y Mujer comprometidos, preocúpense por las cosas y encargos de Dios, incluyendo la gran Misión: Génesis 1, 28: “Y los bendijo diciéndoles: procread y multiplicaos y llenad la tierra”. Esta es palabra de Dios.
Y como Él lo prometió, todo lo demás, casa y pertenencias, se nos irán otorgando en el camino.
Estando en comunión con Nuestro señor Jesucristo, tendremos todo lo necesario para vivir bien y hasta un poco más para que tengamos para compartir con nuestro prójimo y semejantes menos favorecidos, que les faltan los insumos más indispensables para vivir decentemente.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y tu pareja!
Señor Jesucristo, gracias te damos también por todo lo que no nos has dado, confiamos plenamente en Ti. Protégenos con tu sangre bendita de todo aquello que nos pueda dañar y ayúdanos a seguir predicando tu ejemplo a los demás.