
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
La reflexión del día de hoy es acerca de la Paz Interior, muy necesaria para ver los problemas desde otra perspectiva y con tranquilidad analizar las posibles soluciones o salidas. O simplemente, Paz interior para aprender a vivir con los problemas, decidiendo nosotros mismos, si dejamos o no, que nos afecten.
Cuando la Adversidad nos agobia a todo lo que da, en lo único que pensamos es en salir pronto de toda situación desgastante. Y es normal que pensemos así, es parte de nuestra naturaleza humana. Aunque no es una solución total.
Y cuando el dolor y el sacrificio ya es mucho, y el estrés se apodera de todo nuestro ser, recurrimos a soluciones que el mundo nos ofrece para estos casos:
–Medicinas, drogas, alcohol, solo por mencionar algunas, las cuales solo nos proporcionan una Paz física temporal.
–Asistencia a congregaciones que te prometen alivio a tus penas, pero que lo único que hacen es despojarte de lo poco que tienes.
–El alejamiento del mundanal ruido y estrépito, algo anormal en la Vida real y que también ofrece sólo ventajas transitorias.
Hombre y Mujer Comprometidos, existe una Única Solución Total para hacer tuya la Paz interior: «Plena Confianza en Dios Nuestro Señor».
–Podrán estar agobiados por los problemas, pero sin afectaciones extremas.
–Podrán sufrir el dolor, el sufrimiento y el sacrificio, pero sabrán que Dios lo permite por algo que Él sabe.
–Podrán escuchar todo tipo de sucesos exteriores altisonantes, pero solo tendrá sentido la voz interior de Nuestro Señor Jesucristo diciéndonos, San Juan 14, 27: “Mi paz les dejo, mi paz les doy. La paz que yo les doy, no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo”. Esta es palabra de Dios.

–Dejen atrás desde hoy y para siempre la angustia y el miedo, causantes directos del estrés mundano moderno.
–No duden más, Dios quiere lo mejor para su futura Familia.
–Dénse la oportunidad de probar la gran bondad de Dios.
–Dénse la oportunidad de declararse Hijos de Dios y gozar de su protección.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y tu pareja!
Señor Jesucristo, gracias te damos por estar con nosotros en los momentos de prueba. Sabemos y confiamos que aunque nos agobien las mayores adversidades, si permanecemos tomados de tu mano bendita, nunca nos abandonarás.