Fiel en la Adversidad (6.3)

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Este Tema acerca de la Adversidad en la Vida Conyugal, se desarrollará de una manera particular, desligado del resto de los Votos del Matrimonio completos, para tratarlo más a fondo.

Entiéndase por Fiel en la Adversidad como: no abandonar a la pareja + luchar codo con codo contra todo + resistir las pruebas hasta el final.

Déjennos recalcar que está bien dicho “hasta el final”, ya que gracias al Amor que Dios Nuestro Señor nos tiene, la Adversidad es solo una etapa que tarde o temprano terminará, en la cual Dios nos prepara para que nos volvamos humildes y talentosos, nos cura y vacuna contra la vanidad y la soberbia.

Apocalipsis 3, 19: “Yo reprendo y corrijo a todos los que amo”. Esta es palabra de Dios.

Analicemos un poco lo siguiente:

–¿Sera común la historia de una pareja con una etapa de su Vida muy adversa, en la cual uno de los cónyuges, abandona a su esposo(a) porque ya no resiste tantas pruebas?

Porque la Adversidad es así de frustrante, obstaculizante e inhibidora por excelencia. Es una situación contraria y muy poco favorable.

Luego entonces en un Matrimonio que lucha contra la Adversidad, probablemente falten cosas materiales, no habrá lujos ni comodidades, ni abundancia en el vestir, comer o divertirse. Exteriormente sus casas, pertenencias y personas estarán siempre muy modestas.

En un Matrimonio con Adversidad no existen los recursos suficientes para salir adelante por encima de los problemas, se vence pero con mucho batallar.

Pero como se habrán dado cuenta la solución es muy sencilla: invitemos a Jesucristo Nuestro Señor a nuestra Vida Matrimonial y Él nos ayudará a vencer la Adversidad. Él nos lo dejó como una oración infalible del Padre Nuestro, de la cual tomamos el fragmento que dice, San Mateo 6, 11: “Danos hoy el pan nuestro de cada día”. Esta es palabra de Dios.

Y así es Dios Nuestro Señor, sólo nos da lo que corresponde a cada día.

Así como nos da el alimento correspondiente de cada día, solo nos manda la ración de Adversidad correspondiente de cada día.

Dios sabe que al principio somos débiles, pero sabe también que poco a poco y con su ayuda, venceremos la Adversidad y conseguiremos la Fortaleza, el Carácter y la Paciencia.

Con esto, Dios Nuestro Señor nos pide que le demos un vuelco al entendimiento de nuestra Adversidad. Consagrados a Él, nada podremos ni debemos temer.

¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y tu pareja!

Señor Jesucristo, gracias te damos por estar con nosotros en los momentos de prueba. Sabemos y confiamos que aunque nos agobien las mayores adversidades, si permanecemos tomados de tu mano bendita, nunca nos abandonarás.

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