Fiel en la Adversidad (6.7)

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Ya desde la Lección anterior se mencionó que Dios Nuestro Señor le dará su Espíritu Santo a todo aquel que se lo pida. Y no les quepa la menor duda, que con este grandioso regalo, toda Adversidad será finalmente superada.

San Lucas 11, 13: “Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”. Esta es palabra de Dios.

Existe una oración que recomendaba orar el Papa Sn. Juan Pablo II,  y que también se hizo canto, la cual contiene frases muy claras y concisas de todo lo que nos puede ayudar el Espíritu  Santo, analicemos estas frases y hagámoslas nuestras para usarlas cuando nos sintamos agobiados:

–Consolador buenísimo, muy seguramente en medio de la Adversidad, necesitaremos un consuelo y que mejor si es de origen divino.

–Dulce huésped del Alma, si así se lo permitimos el Espíritu Santo, morará en nosotros y actuará más a nuestro favor.

–Dulce refrigerio, en las duras faenas a superar, ¿a quién no le reconforta algo para recuperar las energías perdidas?

–Descanso en el trabajo, en la fuerte tormenta, tendremos la oportunidad de recuperar las fuerzas utilizadas.

–En el ardor tranquilidad, es como sentir un divino bálsamo revitalizante.

–Consuelo en el llanto, si finalmente no resistimos, habrá alguien que secará nuestro sudor de oro y sobretodo nuestras lágrimas de plata.

–Lava lo que está manchado, después de la dura batalla, descansaremos para luego regresar con nuevos bríos.

–Riega lo que es árido, por la fuerte resistencia mostrada, nuestro cansancio, nuestro dolor y nuestro ánimo serán resarcidos y revitalizados.

–Cura lo que está enfermo, nuestras heridas profundas en el fuerte clamor de la batalla y nuestra pérdida de peso por las energías gastadas, serán sanadas.

–Doblega lo que es rígido, el Espíritu Santo quebrantará nuestra manera de pensar derrotista y nos dará nuevas pautas a seguir.

–Calienta lo que es frío, nos ayudará a vencer también la indiferencia, la ignorancia, el conformismo y la ociosidad y hará brillar la persona excelente que llevamos dentro.

–Dirige lo que esta extraviado, ¿quién mejor que el Espíritu Santo para dirigirnos a la victoria de toda la Adversidad que nos acecha?

Hombre y Mujer Comprometidos, pidan el Espíritu Santo, déjenlo morar con ustedes y lo más importante déjenlo actuar para que salgan adelante en todo lo que se propongan. Y todos los días puedan decir con orgullo: «Gracias al Espíritu Santo, ¡Otra Prueba Superada!»

¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y tu pareja!

Señor Jesucristo, gracias te damos por estar con nosotros en los momentos de prueba. Sabemos y confiamos que aunque nos agobien las mayores adversidades, si permanecemos tomados de tu mano bendita, nunca nos abandonarás.

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