Fiel en la Enfermedad (8.6)

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Indudablemente una enfermedad en el seno Matrimonial es algo no deseable y para lo que nadie estamos preparados. Lo más que nos habían dicho es que pudiera ocurrir y tal vez lo más cerca que nos había sucedido fue en el Matrimonio de nuestros Padres.

Creemos que a veces ni los doctores están preparados para sufrir ciertas enfermedades,

–¿Cuantos doctores y nutriólogos, pasados de peso conocemos?

–¿Cuántos psiquiatras y psicólogos estresados hemos visto?

–¿Cuántos doctores sabemos que estén padeciendo el cáncer?

Probablemente algunos, pues es la triste realidad que nadie se escapa de algún padecimiento, cualesquiera que sean las circunstancias de adquisición en cada caso.

–Pero una cosa es bien cierta, todos los casos son diferentes y es muy difícil generalizar. Pero dentro de lo malo e incierto que es, tratemos de analizar la situación y aquí es donde cobra bastante importancia la información que pudiéramos tener acerca de la enfermedad, para de acuerdo a ésta, tomar las decisiones pertinentes al caso.

Entre más información tengamos de fuentes fidedignas, podremos armar mejor un panorama de la situación y poder ver el caso desde la perspectiva más exacta, lo cual ya será de mucha ayuda y un gran avance para la lucha que nos espera y su posible solución.

“Como una advertencia especial para todos, es el tener mucho cuidado con los tratamientos, remedios y recetas que queramos aplicar al paciente, porque no todos los organismos son iguales y lo que algo le hizo bien a alguien, no significa que será bueno para todo mundo”.

–Si lo vemos como una prueba adversa, debemos de actuar inteligentemente y la idea y el plan, será entonces salir fortalecidos de dicha prueba. Fortalecidos y reforzados como pareja en los ámbitos emocional, anímico y mental.

Algo que debemos tomar en cuenta es que de las personas sanas, se espera que seamos un apoyo fuerte y confiable, pero no necesariamente podremos ser fuertes todo el tiempo. También tenemos derecho a resquebrajarnos si la situación lo amerita. Como ya sabemos también, las emociones y sentimientos reprimidos pueden ocasionar trastornos serios a nuestra Salud.

Hombres y Mujeres comprometidos, les decimos esto con conocimiento de causa, ya que desafortunadamente varios de los miembros del equipo de Matrimonios que formamos, hemos pasado por situaciones adversas que en algún momento nos han quebrantado y exigido más de lo humanamente posible.

¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!

Señor Jesucristo, permítenos encontrar el sentido que tiene el sufrir alguna enfermedad, permitida por Ti. Sabemos que todo tiene un propósito y un fin. Y sabemos también que si confiamos en Ti, nos ayudarás a recuperarnos, y quedar inclusive en mejores condiciones que antes.

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