Las Decisiones (9.12)

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Esto es algo que no requiere mucha explicación, ya que es muy seguro, que ya hemos pasado por algo parecido.

–¿Cuántas veces, estando enojados, golpeamos a alguien, mínimo insultamos a los demás, o rompemos algo? Y pasado el Enojo nos arrepentimos de lo que hicimos.

–¿Cuántas veces, estando eufóricos, nos da por dilapidar nuestro dinero por el gusto de celebrar, o nos comprometemos con promesas con alguien? Y pasada la Euforia nos arrepentimos de lo que hicimos.

–¿Cuántas veces, estando muy tristes, hasta tal grado que nos deprimimos, y sabemos que en este estado es fácil pensar en hacer barbaridades, como el suicidio? Y pasada la Tristeza nos arrepentimos de lo que hicimos.

Comentamos en la lección anterior que el estar enamorados, está catalogado como: “Un estado de no comprensión del sentido de la realidad”. Es un estado combinado de:

1—Euforia desmedida, esto se nos provoca porque estamos junto a nuestra pareja y quisiéramos mantenernos así siempre y que el tiempo se detuviera. Lo cual es normal para ellos, pero no es normal, porque cuando se acaba, se siente una especie de resaca.

2—Hipnotismo, al estar junto a nuestra pareja, respiramos “enamoramiento”, comemos “enamoramiento”, escuchamos “enamoramiento”. Lo cual es normal para ellos, pero no es normal, porque se despierta a la cruda realidad.

3–Falsa sensación de Poder, prometemos cosas inalcanzables e imposibles de realizar, aunque en ese estado todo parece realizable, inclusive bajar las estrellas, la Luna o el Sol. Lo cual es normal para ellos, pero no es normal, porque después nos damos cuenta de nuestras limitaciones.

El Noviazgo, ¡Que etapa más bonita y llena de convivencias y buenos recuerdos! grandes sueños por realizar, estupendos proyectos por planear, magníficos anhelos por  cumplir. Lástima que tenga que pasar necesariamente a una etapa más madura para que se convierta en Amor, que no se quede en una mera ilusión.

Es muy común en la Vida que después de casados, la gente se da cuenta que estos 3 estados no se pueden mantener por mucho tiempo. Aunque uno quisiera que prevalecieran siempre, las vicisitudes de la Vida nos hacen mantenernos más despiertos y realistas.

Es por eso que la Decisión de Casarse, debe estar basada en una combinación de sentimientos y razones correctas, se recomienda razonar, pensar y analizar los hechos.

Hombre y Mujer Comprometidos, el camino al altar debe estar pleno de alegría, Amor, fascinación, ilusión, esperanza, combinados con una buena dosis de trabajo planeado, análisis consensado, 10% de inspiración y 90% de transpiración.

¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!

Señor Jesucristo, ayúdanos a saber lo que nos conviene por medio del discernimiento Divino. Confiamos plenamente en Ti porque sabemos que estaremos perfectamente plenos, si empatamos tu Santa Voluntad  a nuestro Libre Albedrío.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *