
En elnombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Estarán de acuerdo con nosotros que hablar de las Decisiones no es tarea fácil, aun así seguiremos dando algunas directrices, según nos inspire el Espíritu Santo.
Sobra decir que hay decisiones de la Vida diaria que hacemos casi sin pensar, pudiéramos decir que son automáticas, y no impactan en los acontecimientos que han de definir el curso de nuestras Vidas.
Existen otras Decisiones que si bien ocupan algo de nuestro tiempo y esfuerzo, pero que tampoco influyen decisivamente en la construcción de nuestro destino.
A las decisiones que más nos debemos abocar son aquellas que sin lugar a dudas tendrán un gran peso que definirá la balanza hacia un cambio radical y duradero de algunas etapas de nuestra Vida.
Muchas de las veces no se puede tener todo en la Vida, por eso no es bueno compararse con los demás, viene a nuestra memoria un verso del poema de “Desiderata”: “Si te comparas con los demás te volverás vano y amargado. Pues siempre habrán personas más grandes y más pequeñas que Tú”.
Aunque si somos organizados, planeamos y ejecutamos, lograremos más de lo que normalmente haremos sin tener sueños y metas
Casi siempre cuando se decide algo y se obtiene, al mismo tiempo se está renunciando a algo más. Pongamos algunos ejemplos que nos atañen en este Curso de Formación:
–Decidimos bajar de peso por una mejor salud, entonces renunciamos a todos esos alimentos “chatarra” que solo nos hacen acumular grasa. ¡Pero claro que vale la pena la disciplina!
–Decidimos entrarle al Noviazgo, entonces debemos estar conscientes que no podemos salir de cita con nadie más. Indiscutiblemente se renuncia a ciertas libertades. ¡Pero claro que vale la pena el sacrificio!

–Decidimos casarnos, entonces renunciamos a nuestra soltería con todo lo que esto significa. Compromisos adquiridos por escrito con Jesucristo Nuestro Señor como testigo. ¡Pero claro que vale la pena el esfuerzo!
–Decidimos tener hijos para formar nuestra Familia, entonces renunciamos a algunas comodidades porque los gastos aumentan. ¡Pero claro que vale la pena el desvelarse!
–Si alguna decisión nos resta pasar el tiempo que debe ser dedicado a nuestra Familia, no deberíamos ejercerla.
–Si alguna decisión nos resta recursos que deben ser dedicados a nuestra Familia, no deberíamos ejercerla.
Hombre y Mujer Comprometidos, nunca debería ser una opción renunciar al tiempo que debemos dedicar para el bienestar de nuestra Familia. Simple y sencillamente porque he ahí un inicio donde se empieza a romper el equilibrio Conyugal.
¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!
Señor Jesucristo, ayúdanos a saber lo que nos conviene por medio del discernimiento Divino. Confiamos plenamente en Ti porque sabemos que estaremos perfectamente plenos, si empatamos tu Santa Voluntad a nuestro Libre Albedrío.