Fiel en la Enfermedad (8.9)

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

No se puede negar el hecho que la enfermedad es algo indeseable, algo que nadie  quisiéramos padecer, pero si ya está aquí en nosotros, pues hacer todo lo que este de nuestra parte para recuperar la tan anhelada Salud nuevamente.

Y la propuesta de esta lección es que aprovechemos en adquirir ciertos Valores Personales en el proceso y camino hacia la Sanación.

–Tal vez si investigamos a fondo las causas de esta enfermedad, obtengamos un “Conocimiento especializado”, que de ninguna otra manera hubiéramos obtenido.

–Tal vez si seguimos al pie de la letra, sin fallar todas las indicaciones del tratamiento,  adquiriremos una “Constancia y/o perseverancia”, que antes no teníamos.

–Tal vez si nos acostumbramos a pedir nuestra Sanación por medio de la “Oración asidua”, adquiramos el hábito y el gusto por orar más seguido, inclusive intercediendo por los demás.

–Tal vez si conocemos las causas de nuestra enfermedad, empecemos con “Disciplina” a evitar hacer lo mismo para no volverla a sufrir.

–Tal vez cuando finalmente recuperemos la Salud plenamente, practiquemos el “Agradecimiento” en todo lo que recibamos en el futuro. No debería ser pero, es común y normal que se nos olvide “dar las gracias”. Nueve de Diez leprosos sanados por Nuestro Señor Jesucristo no regresaron a darle las gracias.

San Lucas 17, 17-18: “Jesús dijo: ¿Acaso no eran Diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros Nueve? ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?”. Esta es palabra de Dios

–Tal vez si nuestra recuperación fue larga y dolorosa, y sabemos que si la ofrecemos a Dios, nos dará la “Paciencia” necesaria para sufrirla.

–Tal vez si durante nuestra enfermedad nos dimos cuenta de nuestra fragilidad y vulnerabilidad, lo hayamos reflexionado y adquirido “Humildad” a la Voluntad de Dios.

Aunque debemos admitir que Dios Nuestro Señor diseñó nuestra humanidad para resistir más allá: “Nuestra carne sangra, pero cicatriza; nuestros órganos resienten, pero resisten el abuso; nuestros huesos resisten la sobrecarga; nuestras terminales asimilan el dolor; nuestros ojos se sobreponen al abuso; nuestro estómago contrarresta lo ácido, lo caliente, lo helado”. Esto sin lugar a dudas es una Obra perfecta de Dios.

Hombre y Mujer comprometidos, al final lo que se trata es de sacarle provecho, en lo posible a esta condición adversa, para convertirnos en mejores seres humanos, en mejores terrícolas vulnerables. Con mayor “Conciencia y Amor” para los que sufren. ¡Que hagamos honor a nuestra calidad de Humanidad!

¡Que Dios todopoderoso te bendiga a Ti y a tu pareja!

Señor Jesucristo, permítenos encontrar el sentido que tiene el sufrir alguna enfermedad, permitida por Ti. Sabemos que todo tiene un propósito y un fin. Y sabemos también que si confiamos en Ti, nos ayudarás a recuperarnos, y quedar inclusive en mejores condiciones que antes.

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